El padre David Cosca no tiene nada que ver, todo lo que hacen es una cortina de humo para desviar la atención de las acusaciones contra el secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Rolando López. Así lo manifestó Holanda Polo, abogada del único detenido por la muerte de Eduardo Alberto Calderón Ramos, de 36 años. Este suceso ocurrió el pasado 7 de julio.
Resumen del caso
Por este homicidio fue detenido su cuñado Adonis Santos Saavedra Ramos, de 42 años. De acuerdo con una inspección forense a la habitación 47 en El Hotel Panamá, donde anteriormente habían estado ambos hombres, se reveló la existencia de manchas de sangre.
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Supuestamente, la habitación, había sido alquilada por el sacerdote y es lo que lo vincula al caso. Al respecto, Polo enfatizó que el homicidio se dio en horas de la madrugada, al día siguiente del alquiler de la habitación y que el padre no estaba: El padre no tiene nada que ver con lo que lo están vinculando. No estaba en el lugar ni a la hora de los hechos, ni guarda relación, es injusto lo que están haciendo.
Respeto al debido proceso
Julio Murray, miembro del Comité ejecutivo del Consejo Latinoamericano y Caribeño de Líderes Religiosos, avaló que monseñor Ulloa informara la situación que está pasando la Iglesia católica y dijo que espera que se realicen los procesos judiciales de la mejor manera.
Sin embargo, hay opiniones en contra por lo ocurrido y que se haya aprovechado el momento para empañar a la Iglesia católica, pues muchas personas se han expresado en redes sociales, aduciendo que esta se encuentra ante la sombra de un nuevo escándalo y otros seguidores del día a día defienden a capa y espada al sacerdote en cuestión.
La psicóloga Cecilia Moreno expresó que le disgusta que apenas se da un caso en el cual esté involucrado un cura, salen los feligreses a defenderlos y a defender a su Iglesia. Pero ningún fiel ha salido a exigir cero impunidad en los casos de la Divina Misericordia, el caso de la Ciudadela Jesús y María, el cura de Santiago, aseguró.
Hasta ahora, el padre fue separado de sus funciones y deberes como presbítero, así lo anunció el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa, quien en conferencia de prensa solo se limitó a decir que un sacerdote había sido removido de su cargo, pero no reveló el nombre.
En tanto, el Ministerio Público adelanta las investigaciones.